Chita
Es el guepardo un ente singular de la familia de los félidos. Presenta muchas características que lo asemejan al perro y que, desde luego, no se encuentran en otros felinos. Tiene las patas largas y está constituido para alcanzar grandes velocidades; es el más rápido corredor conocido. Los pies, de una estructura muy semejante a los del perro, tienen almohadillas plantares duras, con los bordes agudos, en lugar de las almohadillas elásticas que presentan el resto de los félidos. Estas almohadillas y las uñas romas y no retráctiles cumplen la finalidad adicional de proporcionar a un animal que se mueve con tanta rapidez la posibilidad de frenar para hacer paradas súbitas o giros rápidos. Es digna de mención la existencia de un dedo rudimentario, más desarrollado que en los demás félidos, que desempeña un papel importante en la sujeción de las presas. La cabeza es pequeña en comparación con el resto del cuerpo, y los ojos están situados bastante altos, lo que le sirve de gran ayuda al animal para atisbar por encima de montículos y pequeñas lomas. Las orejas son pequeñas y bastante planas, características que reduce todavía más la silueta del animal. Los conductos nasales son más grandes que en los demás félidos, sin duda para permitir el ingreso de las cantidades adicionales de oxígeno que el animal requiere en su carrera final hacia la presa.
El guepardo tienen fama de ser el
animal terrestre más rápido, pero es muy difícil determinar con toda seguridad
su velocidad máxima. Tal dificultad se debe principalmente a la característica
(que el guepardo comparte con otros felinos) de ser un corredor de velocidad. La
presa es capturada después de una breve y rápida carrera, y si aquélla elude la
captura, el guepardo cesa de perseguirla. El perro, en cambio, es un corredor de
fondo y no cesa hasta abatir a su presa. Se conocen dos marcas de guepardos que
alcanzaron los 114 km. por hora. En una ocasión, un ejemplar cubrió 640 metros
en 20 segundos (medidos con cronómetro), y toro, 73 metros en 2 cuartos de
segundo